Siento no haber escrito hasta ahora, pero he estado unos días desconectado del foro.
Aun se me pone un nudo en la garganta al hablar de nuestro amigo Rubén y a pesar de que ya han pasado unos cuantos días, tengo que hacer un esfuerzo para que las lágrimas no salgan de mis ojos.
Desde que me llamó Raúl Angulo (nunca podré agradecerte lo suficiente que te acordaras de mí nada más que pasó, Amigo) una catarata de recuerdos y emociones han recorrido mi mente y a ella sigue acudiendo puntual Rubén cada vez que intento dejarla en blanco.
Como muy bien decís es de esas personas realmente excepcionales que uno conoce en la vida y que no deja de demostrar lo importante que es la palabra "Amistad" con mayúsculas.
Muchos sabéis cómo le conocí y lo que fue capaz de hacer por mí allá en el año 2010 cuando ni yo sabía de él ni él de mí.
A partir de ahí se generó una amistad a prueba de bombas con mil y una anécdotas y ratos compartidos.
Muchos de vosotros también sabéis que le compré el S familiar blanco que él tenía. Os he de confesar que al principio no quería el coche, pero hubo varios detalles increíbles y desinteresados en Rubén que hicieron decantarme por comprarlo. Nunca se me olvidará cuando fuimos a probarlo cerca de Barajas lloviendo a cántaros. Desde el primer día ese coche me ha dado muchas satisfacciones y nunca me arrepentí de comprarlo y si no ocurre nada extraño, se quedará para siempre en casa.
Woolite saca el tema de los agujeros de velocidad. Ese coche lo he ido poniendo poco a poco a mi gusto y lo reparé de chapa y lo pinté hace ya unos años. Os decía antes que tuvo detalles conmigo extraordinarios y me dio un montón de piezas junto con el coche sin que yo se las pidiera y entre ellas una puerta trasera, no nueva, pero sí en un excelente estado y es la que está puesta en lugar de la que tenía con los agujeros de velocidad. Pero el Diógenes que llevo dentro nunca quiso tirar esa puerta agujereada y aun la tengo y estos días al verla me da una alegría especial porque ha tomado un significado muy especial para mí.
Dentro de la desgracia, fue un auténtico placer y un apoyo muy grande coincidir con algunos de vosotros en el tanatorio de Coslada.
Allí estaban también Vane, sus madre (el padre no estaba parece ser por la infinita pena que le embargaba), hermanos, amigos y familiares a quien no conozco... Todos, absolutamente todos podemos estar muy orgullosos de Rubén y, ahora que el tiempo va calmando un poco los sentimientos, démonos cuenta de lo inmensamente afortunados que somos por conocerle. Personas como Rubén son muy difíciles de encontrar.
Disculpad el rollo, pero es que son tantas y tantas cosas que podría escribir...
Gracias a todos por seguir haciendo de este club algo tan grande. Hagamos que Rubén también se sienta muy orgulloso de nosotros desde donde esté.
Escuchad y prestad atención... seguro que con su megáfono algo os dirá
Gracias AMIGO por todo. Has hecho que se me salten las lágrimas otra vez.
Un abrazo muy fuerte lleno de cariño para todos.