Club Renault 12 España

Ahora que escucho esa historia a mi padre le paso algo parecido pero mas leve en 12 N ranchera que posteriormente herede yo.
Venian de noche de un pueblo llamado A Estrada, cerca de Santiago de Compostela, de visitar a unos familiares con mi abuelo ,propietario por aquel entonces de ese coche, mi abuela y creo que mi madre . Aquel dia tambien hacia muy mal tiempo y venian con todo puesto. Al poco de salir prendio fuego el mando de luces del coche y empezo a quemarse , mi padre reacciono rapidamente orillo y dio apagado el incendio delante de una casa. Los dueños de la casa le dejaron llamar y un familiar trajo una nueva llave de luces y cable y lo repararon insitu. Anduvo un tiempo tambien sin tapa inferior de volante

Se ve que el problema puede venir de la humedad y de tener el cableado en mal estado, por los casos que describís.

Los míos si no ardieron en la interclubes de Solares o en la 1 Nacional de Getafe , con lo que diluvió esos dias, ya no arden nunca.

Corrían los primeros días de un frío febrero de 1973 y mi padre nos lleva hasta la puerta del estanco, cerca de la tienda, cruzando el puente del Sil; ¿por qué?...había aparcado allí un flamante R12 F verde oscuro recién traído del concesionario. No os podéis imaginar la impresión que aquel coche causó en un niño acostumbrado hasta el momento a viajar frecuentemente en una furgoneta 4L (de 1971, no acristalada); no encuentro comparación posible en el presente.

Jajaja....a partir de ese momento los viajes adquirieron una nueva dimensión: no sólo había paisaje delante del parabrisas, sino todo alrededor. En nuestro desplazamiento habitual hasta el pueblo (casi todos los sábados por la tarde ida y vuelta el domingo por la tarde), la duración del recorrido de 125 km se redujo de repente de 3 horas a menos de 2 y media.

Mi recuerdos son de "asiento de atrás", con vistas hacia el salpicadero: cómo las ventanillas no bajaban de todo, el accionamiento del seguro empujando la palanca de apertura hacia adelante (clac), el cierre desde dentro con la correa de plástico, el mullido tapizado color tabaco....también recuerdo lo difícil que era mover el respaldo del asiento delantero con la ruedecita.

Los únicos accesorios que se le pusieron fueron unos reposacabezas sobrepuestos a los asientos (imagino que los conocéis) y una cubierta artesanal para el maletero.

Seis años estuvo con nosotros (100.000 Km por las "no-carretras" gallegas de la época) y nunca nos dejó tirados ni tuvo avería alguna (sólo se le cambiaron un par de rodamientos de buje y sufrió una baja en las palanquitas de los aireadores del parabrisas -la del centro- causada por mí); bueno eso y un extraño acontecimiento que paso a relatar y que viene a cuento del objeto del post:

Sucedió una fría noche de invierno de 1977; circulábamos por la antigua N-120 a la altura de Puebla de Trives dirección a Orense; de hecho habíamos dejado Trives atrás y nos adentrábamos en el tramo del Navea hacia el alto de Cerdeira; nevaba un poco y, de repente, disminuyó mucho la intensidad de las luces. Recuerdo que mi padre rápidamente desconectó consumos (apagó el ventilador de la calefacción, los limpiaparabrisas y el radiocassete -en donde sonaba una cinta de aquellas de Paco Martínez Soria-). Sólo accionaba el limpiaparabrisas cuando ya la nieve cubría totalmente el cristal y recuerdo que le costaba realizar el barrido. Así subimos los 8 kilómetros hasta el alto, a paso de mosca y creyendo que en cualquier momento nos quedaríamos parados. Pero, no; en cuanto coronamos Cerdeira, dejó de nevar mejorando por tanto la visibilidad. La energía no fue a menos (tampoco a más) y pudimos recorrer los 35 km que nos quedaban hasta el pueblo sin mayor novedad.

Al día siguiente, recuerdo a mi padre y a mi tío investigando qué había podido pasar y al accionar las luces se dieron cuenta de que no funcionaban los pilotos traseros; eso les llevó a centrarse en la instalación eléctrica de la parte trasera y tras mucho rebuscar descubrieron los cables cortados en el pasacables del portón; creo recordar que ese pasacables estaba en la parte derecha del portón -aunque quizás me falle la memoria después de casi 42 años de lo acontecido-. La verdad, conociendo por vosotros la ausencia de fusibles en esa versión del 12, fue una gran suerte que se no se quemase la instalación produciendo el incendio del coche.

Aún así, los niños abordo pasamos un buen susto aquella noche...viéndonos perdidos en aquella fría y oscura carretera por la que solo transitábamos nosotros.

Saludos.

Gran relato, menos mal que se quedó todo en una simple avería de rotura en el pasacables ( avería muy común en inmensidad de vehículos)

Saludos

Ni los TL segunda serie se libran de las llamas

y los TS ?